I
El camino de vida no es algo que cualquiera posea; no es algo fácil de obtener. Pues la vida viene sólo de Dios, sólo Dios tiene la esencia de vida, sólo Dios tiene el camino de vida, y sólo Dios es la fuente de vida, y el manantial inagotable de agua viva.Desde que al mundo creó, Dios ha hecho mucha obra que implica la vitalidad de la vida, que da vida al hombre; ha pagado un gran precio para que el hombre gane vida. Pues Dios mismo es vida eterna; es el camino para la resurrección del hombre.
II
Dios nunca ha estado ausente del corazón del hombre, siempre vive entre los hombres. Él es la fuerza que impulsa su vida, y la base de su existencia; es un rico depósito para que el hombre vive. Él hace renacer al hombre, y le hace vivir con fortaleza en sus diferentes roles. Sólo Dios tiene la esencia de vida, sólo Dios tiene el camino de vida, y sólo Dios es la fuente de vida, y el manantial inagotable de agua viva. Por Su poder e inagotable fuerza de vida, el hombre ha vivido generación tras generación. El poder de la vida de Dios lo sostiene siempre; Dios ha pagado un precio que ningún hombre común ha pagado alguna vez.
III
La fuerza de vida de Dios prevalece sobre todo poder; y lo supera. Su vida es eterna y Su poder es extraordinario. Ningún ser creado o enemigo puede aplastar Su fuerza de vida, que existe y da luz radiante en cualquier momento o lugar, en cualquier momento o lugar. Sólo Dios tiene la esencia de vida, sólo Dios tiene el camino de vida, y sólo Dios es la fuente de vida, y el manantial inagotable de agua viva. El cielo y la tierra pueden cambiar, la vida de Dios, nunca. Las cosas pasan, pero la vida de Dios permanece, pues Dios es la fuente y la raíz de la existencia de todo, pues Dios mismo es vida eterna.
IV
La vida humana viene de Dios, el cielo existe debido a Dios, y la tierra existe por el poder de la vida de Dios. Ningún objeto con vitalidad puede superar Su soberanía, y nada con vigor puede evadir el ámbito de la autoridad de Dios. Sólo Dios tiene la esencia de vida, sólo Dios tiene el camino de vida, y sólo Dios es la fuente de vida, y el manantial inagotable de agua viva. Así que, no importa quiénes sean, toda la humanidad debe someterse, debe someterse al dominio de Dios, vivir bajo Su mando. Nadie puede escapar, nadie puede escapar, escapar de Su control.
De "La Palabra Manifestada En Carne"