Cuando todas las personas prestan atención, cuando todas las cosas son renovadas y revividas, cuando cada persona se somete a Dios sin reparos y está dispuesta a asumir la pesada responsabilidad de la carga de Dios, es cuando el relámpago oriental surge, iluminando todo desde el este hasta el oeste, aterrorizando a toda la tierra con la llegada de esta luz; y en este momento, Dios una vez más comienza Su nueva vida.
Lo que quiere decir que en este momento Dios comienza la nueva obra en la tierra, proclamando a las personas de todo el universo que: “Cuando el relámpago surge desde el Este, que es también precisamente el momento en el que empiezo a hablar, cuando aparece, todo el empíreo se ilumina, y todas las estrellas empiezan a transformarse”. Así que, ¿cuándo es el momento en que el relámpago surge del este? Cuando los cielos se oscurecen y la tierra se desvanece es también cuando Dios oculta Su rostro del mundo y es el mismo momento cuando todo debajo de los cielos está a punto de ser asolado por una poderosa tormenta. En este momento, todas las personas son afligidas por el pánico, están temerosas del trueno, miedosas del brillo del relámpago y están aún más aterrorizadas de la embestida de la lluvia torrencial, tal que la mayoría de ellas cierran sus ojos y esperan que Dios desate Su ira y las fulmine. Y a medida que varios estados ocurren, el relámpago oriental surge de inmediato. Lo que quiere decir que en el este del mundo, desde que el testimonio de Dios mismo comienza hasta que Él comienza a obrar, hasta que la divinidad comienza a ejercer el poder soberano a través de la tierra, este es el rayo brillante del relámpago oriental, que siempre ha brillado hacia todo el universo. Cuando los países en la tierra se conviertan en el reino de Cristo es cuando todo el universo será iluminado. Ahora es el tiempo en que el relámpago oriental surge: Dios encarnado comienza a obrar y, además, habla directamente en divinidad. Se puede decir que cuando Dios comienza a hablar en la tierra es cuando el relámpago oriental aparece. Más precisamente, cuando el agua viva fluye del trono —cuando las declaraciones del trono comienzan— es precisamente cuando las declaraciones de los siete Espíritus comienzan formalmente. En este momento, el relámpago oriental comienza a aparecer y, debido a la diferencia de tiempo, el grado de iluminación también varía y hay también un límite en el alcance del resplandor. Pero a medida que la obra de Dios avanza, a medida que Su plan cambia —de la manera que la obra en los hijos y el pueblo de Dios varía—, el relámpago cumple cada vez más su función inherente, tal que todo a lo largo del universo se ilumina y no quedan escorias ni porquería. Esta es la cristalización del plan de gestión de 6.000 años de Dios y el mismo fruto disfrutado por Dios. “Las estrellas” no se refiere a las estrellas en el cielo sino a todos los hijos y al pueblo de Dios que trabajan para Dios. Porque dan testimonio de Dios en el reino de Dios y representan a Dios en el reino de Dios, y porque son criaturas, se les llama “las estrellas”. Los cambios que ocurren se refieren a los cambios en identidad y estatus: cambian de personas en la tierra a personas del reino y, además, Dios está con ellas y la gloria de Dios está en ellas. Como resultado, ejercen poder soberano en lugar de Dios y el veneno y las impurezas en ellas son purificadas por la obra de Dios haciéndolas, en última instancia, aptas para el uso por Dios y conforme al corazón de Dios, que es un aspecto del significado de estas palabras. Cuando el rayo de luz de Dios ilumine toda la tierra, todas las cosas en el cielo y en la tierra cambiarán en varios grados y las estrellas en el cielo también cambiarán, el sol y la luna serán renovados y las personas en la tierra serán renovadas posteriormente, que es toda la obra hecha por Dios entre el cielo y la tierra y no es de extrañar.
Cuando Dios salva a las personas —lo cual, naturalmente, no incluye a aquellos que no son los escogidos—, es el mismo momento en el que Dios purifica y juzga a las personas y todas las personas lloran amargamente o caen afligidas en sus camas, o son fulminadas y hundidas en el infierno de la muerte por causa de las palabras de Dios. Sólo es gracias a las declaraciones de Dios que comienzan a conocerse. Si no, los suyos serían los ojos de un sapo, alzando la vista, no convencidas, ninguna de ellas conociéndose, ignorantes de cuántas piedras pesan. Las personas son realmente corrompidas por Satanás hasta un punto. Es precisamente debido a la omnipotencia de Dios que el horrible rostro del hombre es descrito tan vívidamente, haciendo que el hombre, después de leerlo, lo compare con su propio rostro verdadero. Todas las personas saben que el número de células cerebrales que tienen en sus cabezas parece más claro que el agua para Dios, por no decir nada de sus horribles rostros o más íntimos pensamientos. En las palabras, “Parece como si toda la raza humana se viera sometida a una limpieza y clasificación apropiadas. Bajo el resplandor de su ráfaga de luz desde el Este, toda la humanidad se revela en su forma original, con los ojos deslumbrados, bloqueada por la confusión”, se puede ver que un día, cuando la obra de Dios termine, toda la humanidad habrá sido juzgada por Dios. Nadie será capaz de escapar, Dios se encargará de los pueblos de toda la humanidad uno por uno, sin pasar por alto a uno solo de ellos, y sólo entonces el corazón de Dios estará satisfecho. Y así Dios dice: “Una vez más, son como animales que huyen de Mi luz en busca de refugio en cuevas de la montaña; sin embargo, ninguno de ellos puede borrarse desde Mi luz”. Las personas son animales modestos e inferiores. Viviendo en las manos de Satanás, es como si se hubieran refugiado en bosques antiguos en las profundidades de las montañas, pero debido a que nada puede escapar de la incineración de las llamas de Dios, incluso mientras están bajo la “protección” de las fuerzas de Satanás, ¿cómo podrían ser olvidadas por Dios? Cuando aceptan la llegada de las palabras de Dios, las diversas formas bizarras y los estados grotescos de todas las personas son descritos por la pluma de Dios; Dios habla como convenga a las necesidades y la mentalidad del hombre. Por lo tanto, para las personas, Dios parece bien versado en psicología. Es como si Dios fuera un psicólogo, pero también como si Dios fuera un doctor de medicina interna, no es extraño que Él tenga tal entendimiento del hombre, que es “complejo”. Cuanto más las personas piensan esto, mayor es su sentimiento de la preciosidad de Dios y más sienten que Dios es profundo e insondable. Es como si entre el hombre y Dios hubiera un límite celestial que no se puede cruzar, pero también como si los dos se contemplaran desde cada orilla del Río Chu,[a] ninguno capaz de hacer nada más que observar al otro. Lo que quiere decir que las personas en la tierra sólo miran a Dios con sus ojos, nunca han tenido la oportunidad de estudiarlo de cerca y todo lo que tienen es un sentimiento de apego. En sus corazones, siempre tienen una sensación de que Dios es precioso, pero debido a que Dios es tan “despiadado e insensible”, nunca han tenido la oportunidad de hablar delante de Él de la angustia en sus corazones. Son como una esposa hermosa y joven ante su esposo quien, debido a la probidad de su esposo, nunca ha tenido la oportunidad de revelar sus verdaderos sentimientos. Las personas son unas miserables auto-despreciables y así, debido a su fragilidad, debido a su falta de respeto por sí mismas, Mi odio hacia el hombre aumenta un poco de manera inconsciente y la furia en Mi corazón estalla. En Mi mente, es como si hubiera sufrido un trauma. Hace tiempo que he perdido la esperanza en el hombre, pero porque “Una vez más, Mi día presiona a la raza humana, despertándola otra vez, dando a la humanidad un punto desde el cual tengan que tener un nuevo comienzo”, una vez más me armo de valor para conquistar a toda la humanidad, para capturar y derrotar al gran dragón rojo. La intención original de Dios fue como sigue: no hacer nada más que conquistar a la prole del gran dragón rojo en China; sólo esto se podría considerar la derrota del gran dragón rojo, la conquista del gran dragón rojo y sólo esto sería suficiente para probar que Dios reina como Rey en toda la tierra, probando el logro de la gran empresa de Dios y que Dios tiene un nuevo comienzo en la tierra y es glorificado en la tierra. Debido a la última escena hermosa, Dios no puede evitar expresar la pasión en Su corazón: “Mi corazón late y, siguiendo los ritmos de Mi latido, las montañas saltan de alegría, las aguas danzan gozosas, y las olas, marcando el tiempo, baten contra los arrecifes rocosos. Es difícil expresar lo que hay en Mi corazón”. De esto se puede ver que lo que fue planeado por Dios es lo que Dios ya ha logrado, que fue predeterminado por Dios y es precisamente lo que Dios hace que las personas experimenten y contemplen. La perspectiva del reino es hermosa, el Rey del reino es el vencedor, de la cabeza a los pies no hay rastro de carne y sangre, todo de Él es sagrado. Todo Su cuerpo brilla con gloria sagrada, no contaminado completamente por ideas humanas, todo Su cuerpo, de arriba abajo, rebosa de justicia y del aura del cielo y transpira una fragancia cautivante. Como el amado en “El cantar de los cantares”, Él es aún más hermoso que todos los santos, más elevado que los santos antiguos, Él es el ejemplo entre todas las personas e incomparable para el hombre; las personas no son aptas para mirarlo directamente. Nadie puede alcanzar el glorioso semblante de Dios, la apariencia de Dios o la imagen de Dios; nadie puede competir y nadie los puede fácilmente alabar con su boca.
Las palabras de Dios no tienen fin, como el agua que sale a borbotones de un manantial nunca dejará de fluir, así que nadie puede desentrañar los misterios del plan de gestión de Dios, pero para Dios tales misterios son interminables. Usando diferentes medios e idioma, Dios ha hablado varias veces de Su renovación y transformación de todo el universo, cada vez más profunda que la última: “Quiero que todas las cosas inmundas queden reducidas a cenizas bajo Mi mirada, quiero que todos los hijos de desobediencia desaparezcan de delante de Mis ojos, para que su existencia no perdure más”. ¿Por qué Dios dice tales cosas repetidas veces? ¿No tiene miedo de que las personas se cansarán de ellas? Las personas solamente andan a tientas en medio de las palabras de Dios, deseando conocer a Dios de esta manera, pero nunca recordando examinarse. Por consiguiente, Dios emplea este medio para recordarles, para hacer que se conozcan a sí mismas, para que a partir de ellas mismas puedan llegar a conocer la desobediencia del hombre y así erradicar su desobediencia delante de Dios. Al leer que Dios quiere “limpiar y clasificar”, su estado de ánimo se vuelve ansioso al instante y sus músculos, también parecen dejar de moverse. De inmediato regresan ante Dios para criticarse y así llegan a conocer a Dios. Después de esto —después de que toman una decisión— Dios usa la oportunidad para mostrarles la esencia del gran dragón rojo; por consiguiente, las personas entran en contacto con el reino espiritual directamente y, debido al papel desempeñado por su resolución, sus mentes también comienzan a jugar un papel, lo que aumenta el sentimiento entre el hombre y Dios, que es de mayor beneficio para la obra de Dios en la carne. De esta manera, las personas inconscientemente desean mirar atrás a los tiempos pasados: En el pasado, por años las personas creyeron en el Dios vago, por años nunca fueron liberadas en sus corazones, fueron incapaces de un gran disfrute y, aunque creyeron en Dios, no hubo orden en sus vidas. Fue como si no hubiera ninguna diferencia con antes de que fueran creyentes, sus vidas todavía se sentían vacías y sin esperanza, fue como si su creencia en ese tiempo fuera un tipo de enredo y como si hubieran estado mejor no creyendo. Ya que contemplaron al Dios práctico mismo de hoy, es como si el cielo y la tierra hubieran sido renovados; sus vidas se han vuelto radiantes, ya no están sin esperanza y, debido a la llegada del Dios práctico, se sienten firmes en sus corazones y pacíficos dentro de sus espíritus. Ya no persiguen el viento ni se aferran a las sombras en todo lo que hacen, ya su búsqueda no es sin rumbo y ya no se sacuden. La vida de hoy es aún más hermosa, las personas han entrado al reino de una manera inesperada y se han convertido en el pueblo de Dios, y después… En sus corazones, cuanto más piensen las personas, mayor la dulzura, cuanto más piensen, más felices son y más son inspiradas a amar a Dios. Por consiguiente, sin que se den cuenta de ello, la amistad entre Dios y el hombre se mejora. Las personas aman más a Dios y conocen más a Dios, y la obra de Dios en el hombre se vuelve cada vez más fácil y ya no fuerza ni obliga a las personas, sino que sigue el curso de la naturaleza y el hombre cumple su propia y única función, sólo entonces gradualmente serán capaces de conocer a Dios. Sólo esto es la sabiduría de Dios, no implica el más mínimo esfuerzo y se aplica como convenga a la naturaleza del hombre. Por consiguiente, en este momento Dios dice: “En el momento de Mi encarnación en el mundo humano, la humanidad llegó involuntariamente a este día con la ayuda de Mi mano guiadora, llegó a conocerme inconscientemente. Sin embargo, en cuanto a cómo caminar por la senda que hay por delante, nadie tiene idea, nadie es consciente, y nadie sigue sin tener una pista sobre la dirección en la que lo llevará la misma. Sólo con el Todopoderoso vigilándolo podrá alguien ser capaz de caminar por la senda hasta el final; sólo guiado por el relámpago del Este será alguien capaz de cruzar la puerta que lleva a Mi reino”. ¿No es este un resumen de lo que antes he descrito en el corazón del hombre? Aquí radica el secreto de las palabras de Dios. Los pensamientos en el corazón del hombre son lo que se habla por la boca de Dios, y lo que se habla por la boca de Dios es deseado por el hombre, y esto es precisamente en lo que Dios es más adepto al exponer el corazón del hombre; si no, ¿cómo podrían todos ser sinceramente convencidos? ¿No es este el efecto que Dios desea lograr al conquistar al gran dragón rojo?
De hecho, como era la intención original de Dios, el significado de muchas de Sus palabras no radica en su significado superficial. En muchas de Sus palabras, Dios simplemente está deliberadamente cambiando las nociones de las personas y desviando su atención. Dios no atribuye ninguna importancia a estas palabras y, así, muchas palabras no son dignas de explicación. Cuando la conquista del hombre por las palabras de Dios ha llegado al punto que tiene hoy, la fortaleza de las personas ha alcanzado un cierto punto y así Dios posteriormente pronuncia más palabras de advertencia, la constitución que Él hace pública al pueblo de Dios: “Aunque los seres humanos que pueblan la tierra son tan numerosos como las estrellas, los conozco a todos tan claramente como veo la palma de Mi propia mano. Y, aunque los seres humanos que me ‘aman’ también son tan innumerables como la arena del mar, Yo sólo he escogido a unos pocos: sólo aquellos que buscan la brillante luz, los que se apartan de quienes me ‘aman’”. De hecho, hay muchos que dicen que aman a Dios, pero hay pocos que lo aman en sus corazones, lo cual, parecería, se puede saber claramente hasta con los ojos cerrados. Esta es la situación real de todo el mundo de aquellos que creen en Dios. En esto vemos que ahora Dios se ha vuelto a la obra de eliminar personas, lo que muestra que lo que Dios quiere, y lo que satisface a Dios, no es la iglesia de hoy sino el reino después de la eliminación. En este momento, Él da además una advertencia a todos los “bienes peligrosos”: A menos que Dios no actúe, tan pronto como Dios comience a actuar, estas personas serán borradas del reino. Dios nunca hace las cosas superficialmente, Él siempre actúa de acuerdo al principio de “uno es uno y dos es dos”, y si están aquellos que Él no desea mirar, Él hace todo lo posible por eliminarlos para impedir que causen problemas en el futuro. Esto se llama “sacar la basura y limpiar a fondo”. Cuando Dios anuncia los decretos administrativos al hombre es el mismo momento en que Él presenta Sus obras milagrosas y todo lo que está dentro de Él, y así Él posteriormente dice: “Son bestias salvajes sin número en las montañas, pero son todas tan dóciles como ovejas delante de Mí; misterios insondables se encuentran bajo el océano, pero se me presentan tan claros como todas las cosas sobre la faz de la tierra; arriba en el empíreo hay esferas que el hombre nunca puede alcanzar, pero Yo camino libremente por esos reinos inaccesibles”. El significado de Dios es este: aunque el corazón del hombre es engañoso más que todas las cosas, y aparentemente tan interminablemente misterioso como el infierno de las nociones de las personas, Dios conoce los estados reales del hombre como la palma de Su mano. Entre todas las cosas, el hombre es un animal más fiero y brutal que una bestia salvaje, aun así Dios ha conquistado al hombre al punto que ninguno se atreve a rebelarse y resistirse. De hecho, tal como es el significado de Dios, lo que las personas piensan en sus corazones es más complejo que todas las cosas entre todas las cosas, es insondable, pero Dios no tiene consideración por el corazón del hombre, Él solamente lo trata como un pequeño gusano ante Sus ojos; con una palabra de Su boca, Él lo conquista en cualquier momento que desee, Él lo fulmina con el más mínimo movimiento de Su mano, Él lo castiga y lo condena a voluntad.
Hoy todas las personas existen en medio de la oscuridad, pero debido a la llegada de Dios, las personas llegan a conocer la esencia de la luz como resultado de haber visto a Dios y por todo el mundo es como si una gran olla negra hubiera sido volcada sobre la tierra; nadie puede tomar aliento, todas ellas quieren revertir la situación, sin embargo nadie nunca ha levantado la olla negra. Es sólo por la encarnación de Dios que los ojos de las personas de repente han sido abiertos y han contemplado al Dios práctico y, de esta manera, Dios les pregunta con un tono inquisitivo: “El hombre nunca me ha reconocido en la luz, sino que sólo me ha visto en el mundo de las tinieblas. ¿No estáis exactamente en la misma situación hoy? Fue en el punto culminante de los ataques del gran dragón rojo cuando Yo me vestí formalmente de carne para hacer Mi obra”. Dios no esconde lo que está sucediendo en el reino espiritual ni tampoco esconde lo que está pasando en el corazón del hombre, y así Él en repetidas ocasiones les recuerda a las personas: “No actúo así tan sólo para permitir que Mi pueblo conozca al Dios encarnado, sino también con el fin de purificarlo. Por la severidad de Mis decretos administrativos, una gran mayoría de personas siguen estando en peligro de que Yo las elimine. A no ser que hagáis todo lo posible por tratar con vosotros mismos, por dominar vuestro propio cuerpo, pasaréis a ser sin duda un objeto despreciado y rechazado por Mí, para ser echado al infierno, igual que Pablo recibió el castigo de Mis manos, de las que no había escapatoria”. Cuanto más Dios dice tales cosas, más cautelosas son las personas de sus propios pasos y son más temerosas de los decretos administrativos de Dios y, sólo entonces, puede la autoridad de Dios ser aplicada y Su majestad ponerse en claro. Aquí, Pablo una vez más se menciona con el fin de hacer que las personas entiendan la voluntad de Dios: no deben ser las que son castigadas por Dios, sino ser las que son conscientes de la voluntad de Dios. Sólo esto puede hacer que las personas, en medio de su miedo, miren hacia atrás a la incapacidad pasada de su resolución ante Dios para satisfacer por completo a Dios, lo que les da un arrepentimiento aún mayor y les da más conocimiento del Dios práctico y, por consiguiente, sólo entonces pueden no tener dudas acerca de las palabras de Dios.
“No es simplemente que el hombre no me conozca en Mi carne; aun peor, ha sido incapaz de entender su propio ser que reside en un cuerpo carnal. ¿Cuántos años han pasado, y todo este tiempo los seres humanos me han engañado, tratándome como a un invitado de fuera? ¿Cuántas veces […]?”. Estas “Cuántas veces” enumeran la realidad de la oposición del hombre a Dios, mostrando a las personas ejemplos reales de castigo; esto es prueba de pecado y nadie lo puede refutar otra vez. Todas las personas usan a Dios como algún artículo cotidiano, como si Él fuera alguna cosa esencial de la casa que pueden usar a su antojo. Nadie aprecia a Dios, nadie ha tratado de conocer la hermosura de Dios y el glorioso semblante de Dios, mucho menos alguien se somete intencionalmente a Dios. Ni nadie nunca ha considerado a Dios como algo amado en su corazón; todos lo arrastran cuando lo necesitan y lo avientan a uno lado y lo ignoran cuando no. Es como si, para el hombre, Dios fuera un títere, uno que el hombre puede manipular a voluntad y hacer demandas de cualquier forma que quiera o desee. Pero Dios dice: “Si durante el período de Mi encarnación, no hubiera tenido cuidado de la fragilidad del hombre, únicamente por motivo de Mi encarnación, toda la humanidad se habría amedrentado y, como consecuencia, habría caído en el Hades”, lo que muestra cuán grande es el significado de la encarnación de Dios: en la carne, Él ha venido a conquistar a la humanidad en vez de destruir a toda la humanidad desde el reino espiritual. Por consiguiente, nadie supo cuando el Verbo se hizo carne. Si Dios no cuidara la fragilidad del hombre, cuando Él se hizo carne y el cielo y la tierra fueron trastornados, todas las personas hubieran sido aniquiladas. Porque está en la naturaleza de las personas que les guste lo nuevo y odien lo viejo, y a menudo olviden los malos tiempos cuando las cosas van bien, y ninguna de ellas sabe cuán bienaventuradas son, por lo tanto Dios en repetidas ocasiones les recuerda que deben atesorar lo difícil que es hoy la lucha; por el bien del mañana, deben atesorar el hoy aún más y no deben, como un animal, subir a lo alto y no reconocer al amo, y no ser ignorantes de las bendiciones entre las que viven. Por consiguiente, se vuelven bien portadas, ya no son jactanciosas ni arrogantes y llegan a saber que no es el caso que la naturaleza del hombre sea buena, sino que la misericordia y el amor de Dios han venido sobre el hombre; temen el castigo y entonces no se atreven a hacer nada más.
Nota al pie:
a. En chino “Río Chu” es un término de un evento histórico que se usa para referirse a las fronteras de un país o a las líneas de batalla.
De “La Palabra manifestada en carne”